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Tendencias criminológicas (página 2)



Partes: 1, 2, 3, 4

1.1.3. DELINCUENTE LOCO MORAL

La descripción que Lombroso
señala de este loco moral son:

CARACTERÍSTICAS DEL DELINCUENTE
LOCO MORAL

1.  Se observa escasez en los
manicomios, y una gran presencia en las cárceles y los
prostíbulos.

2.  Son sujetos de peso igual o mayo a la
normal.

3.  El cráneo tiene una capacidad igual o
superior a la normal, y en general no tiene diferencia con
los cráneos normales.

4.  En algunos casos se han presentado caracteres
del hombre criminal
(mandíbula voluminosa, asimetría facial,
etc.).

5.  Aplanamiento afectivo: La sensibilidad
psíquico-moral es,  por lo tanto una
sublimación de la sensibilidad general.

6.  Saben que los tatuajes son una divisa criminal,
por lo tanto rehúsan a plasmarlos en su cuerpo.

7.  En la esfera sexual, son muy precoces o
contra-natura, o precedidos y asociados de una ferocidad
sanguinaria.

8.  Son sujetos antisociales., incapaces de vivir
en familia, responden odio por
odio, envidia y venganza, por tan insignificante que sea la
situación.

9.  Es excesivamente egoísta, pero en
ocasiones le sale lo altruista, siendo esta una forma de
perversión de los afectos.

10.     Narcisismo
(megalomanía, excesiva vanidad), es propia tanto de
los criminales natos como de los locos morales, ya que
ningún sujeto esta a la altura de su conciencia, su vanidad
morbosa contribuye a hacerle escribir su vida, dándole
elegancia.

11.     Se dice por varios autores
que la inteligencia del loco
moral esta intacta, llevándolo a ser astuto,
hábil al realizar sus delitos y en
justificarlos.

12.     Son extrañamente
excitables, con una laboriosidad excesiva acompañada
con inercia e indisciplina, crueldad e incontenibilidad; de
repente parece que han logrado sus fines y se tranquilizan,
pero después se vuelven inquietos.

13.     Astenia, pereza para
el trabajo, en contraste
con la actividad exagerada en las orgías y en el
mal.

14.     Son hábiles en la
simulación de la
locura.

15.     Tanto el delincuente nato
como el loco moral, datan de la infancia o de la
pubertad.

1.1.4. DELINCUENTE EPILéPTICO

En este tipo de delincuentes su reacción es violenta, ya
que después de cometer el delito se quedan tranquilos y sin
aparentes remordimientos, estos sujetos dicen que generalmente
que un momento dado " vieron rojo" y perdieron por completo el
control, afirman que les tiembla
la cabeza, sienten vértigos, la cabeza gira o da
vueltas.

En esos momentos Lombroso encuentre una tercera forma de
criminalidad, y hace la analogía del epiléptico con el
criminal nato, llegando al trípode lombrosiano.

CARACTERÍSTICAS DEL CRIMINAL
EPILéPTICO

1.  Tendencia a la vagancia, en ocasiones con
largas deambulaciones involuntarias.

2.  Amor a los animales.

3.  Sonambulismo.

4.  Obscenidad (masturbación, homosexualidad y
depravación).

5.  Precocidad sexual y alcohólica.

6.  Disvulnerabilidad (facilidad y rapidez de
cicatrización).

7.  Destructividad.

8.  Canibalismo.

9.  Vanidad.

10.     Grafomanía.

11.     Doble personalidad al
escribir.

12.     Palabras o frases
especiales.

13.     Tendencia al suicidio (sincera o
simulada).

14.     Tatuajes.

15.     Junto con los locos morales
son los únicos que se asocian.

16.     Simulación de locura o
de ataque epiléptico.

17.     Labilidad afectiva (cambios
de humor).

18.     Amnesia.

19.     Auras.

Así mismo Lombroso nos dice que la epilepsia se puede se
puede manifestar de dos formas, la epilepsia real donde en la
cual hay ataques, el sujeto cae al suelo, echa espuma por la boca,
tiene movimientos desordenados y convulsivos, llega a morderse la
lengua, etc.; y por otro lado
la epilepsia larvada en la que se presentan los mismos sucesos
aunque sin ataque, estos criminales son mucho más peligrosos
que los locos morales.

1.1.5. EL DELINCUENTE LOCO (PAZZO)

Lombroso hace una diferencia entre los delincuentes locos y
los locos delincuentes, siendo estos últimos los enfermos
dementes, sin capacidad de entender ni querer, que cometen un
crimen sin saber lo que hacen; por el contrario, el delincuente
loco es el sujeto que ha cometido un delito y después
enloquece en la prisión.

Posteriormente de hacer un detenido estudio entre las
diferentes formas de enfermedad mental, según las
clasificaciones de la época, Lombroso toma en
consideración, como casos especiales, tres tipos de
delincuente loco: el alcohólico, el histérico y el
mattoide.

EL DELINCUENTE LOCO (PAZZO)

CASO

CARACTERÍSTICAS

Delincuente

Alcohólico

Lombroso caracteriza al delincuente alcohólico,
porque el alcohol es un excitante
que paraliza, narcotiza, los sentimientos más nobles,
y transforma  aun el cerebro más
sano.

o  Raros son los casos degenerativos
congénitos, aunque frecuentes los adquiridos (en los
casos adquiridos llevaban una vida honesta).

o  Extraña apatía e indiferencia,
indiferencia de su estado y de su propia
vida, en ocasiones con impulsos violentos

o  La embriaguez lleva al sujeto a armarse de
valor, encendiendo las
pasiones, nublando la mente y la conciencia y desarma el
pudor, hace cometer delitos en especie de automatismo, casi
de sonambulismo.

o  Cinismo humorístico y fuertes tendencias al
robo, uxoricidio, estupro, entrando en un profundo
sueño después de cometerlo, y son comunes las
amnesias después del furor alcohólico, en
ocasiones llegando al suicidio.

Delincuente

Histérico

Sexo. Es más
común en las féminas que en los hombres.

o  Tiene una herencia análoga a
los epilépticos, con pocos caracteres
degenerativos.

o  La inteligencia en la mitad está
intacta.

o  El carácter está
modificado en un egoísmo, en una complaciencia de si
mismos que los hace ávidos del escándalo.

o  Impresionabilidad, transformándose por casi
nada en coléricos, feroces, fáciles a
simpatías y antipatías súbitas, e
irracionales.

o  Voluntad inestable, fácil de complicarse en
venganzas escandalosas, provocando procesos sin razón,
con un grado elevado de denuncias y falsos testimonios.

o  Necesidad de mentir, tendencias al erotismo.

o  Manifiestan delirios, alucinaciones, suicidios
(más a menudo los simulados que los consumados), y
fugas muy comúnmente para prostituirse.

o  Existen delitos múltiples, comúnmente
difamación, robo, faltas a la moral y homicidios.

Delincuente

Mattoide

La palabra " mattoide" proviene de " matto" que
significa loco, la palabra " mattoide" textualmente viene
siendo un sujeto que no está loco, pero casi.

o  Escasean entre las mujeres.

o  Son raros en la edad juvenil.

o  Abundan extrañamente en las capitales.

o  Abundan en los países en que es impuesta
una cultura extraña y
con gran movimiento.

o  Abundan entre los burócratas, médicos
y teólogos, no así entre los militares.

o  Intelectualmente sin anomalías, suplantando
la inteligencia por la laboriosidad; escriben en forma
compulsiva.

o  Psicológicamente se caracterizan por una
convicción exagerada de sus propios méritos, y
muestran vanidad.

o  Inventan teorías nuevas y
generalmente extravagantes.

o  Sus crímenes son impulsivos, generalmente
cometidos en público.

o  Tienen delirio persecutorio, persiguen y son
perseguidos.

o  Son querellantes, les encanta litigar.

1.1.6. DELINCUENTE PASIONAL

En está categoría Lombroso dice que estos
delincuentes en todos sus actos tienen como esencia la violencia de alguna
pasión (Lombroso, 1889; citado en Rodríguez M.,
2003).

CARACTERÍSTICAS DEL DELINCUENTE
PASIONAL

1.  Rareza (5 a 6%) entre todos lo delitos de
sangre.

2.  Edad entre 20 y 30 años.

3.  Sexo: 36% de mujeres, el cuádruple que en
los demás delitos.

4.  Cráneo sin datos
patológicos.

5.  Bellos en su fisonomía.

6.  A la belleza del cuerpo responde la honestidad del alma.

7.  Afectividad exagerada.

8.  Anestesia momentánea, sólo en el
momento del delito.

9.  Conmoción después del delito.

10.     Suicidio o tentativa
después del delito.

11.     Confesión de su
delito.

12.     Los delincuentes pasionales
son los únicos que dan el máximo de enmienda.

El móvil en el delincuente pasional es siempre inmediato,
y la pasión que lo mueve es una pasión noble,
distinguiéndose de las bajas pasiones que impulsan a
delinquir a los delincuentes comunes (Rodríguez,
2003:267).

1.1.7. DELINCUENTE OCASIONAL

Lombroso divide al delincuente ocasional en tres tipos:

DELINCUENTE OCASIONAL

TIPO

CUALIDADES

Pseudocriminales

Cometen delitos involuntarios, primodelincuentes.

Son autores de delitos, en los cuales no existe ninguna
perversidad, y que no causan ningún daño social, pero
que son considerados como tales por la ley.

Los culpables de hurto, de incendio, de heridas, duelos,
en determinadas circunstancias extraordinarias, como la
defensa del honor, de la persona, de la
subsistencia, de la familia, etc.

Se encuentran también en los delitos de
falsedad.

Criminaloides

Son aquellos en que la circunstancia los lleva al
delito, son sujetos con cierta predisposición, pero
que no hubieran llegado al delito de no haberse presentado
la oportunidad.

Empatía (imitación).

En la cárcel se adhieren a grupos de riesgo, empeorando su
conducta.

Finalmente están aquellos pocos hábiles, sin
inspiración de la vida, que son apresados por efectos
de la ley.

Habituales

Son aquellos que no encontraron una educación (familia,
escuela), sin embargo
reciben una instrucción criminógena.

Delincuentes desde la infancia, principiando en como
delincuentes ocasionales, pero que la ignorancia, la
miseria, la prisión, los lleva a convertirse en
profesionales del crimen.

1.2. LA
ORIENTACIÓN BIOLÓGICA

Los avances endocrinológicos han demostrado la gran
influencia que tienen las glándulas en el comportamiento humano, han
enseñado como de hiperfunciones e hipofunciones depende en
mucho el temperamento del individuo, y cómo en
ocasiones podrían predisponer al sujeto hacia el crimen, y
que éste sujeto a pesar de su carácter es incapaz de
evitarlo.

Los trabajos de electroencefalograma, aunque se aproximan al
conocimiento integral del
hombre y del criminal, no llegan a demostrar con claridad la
diferencia del trazo electroencefalográfico entre la
población criminal y la
población no criminal.

En estudios en genética, se esperan
resultados prometedores como han sido en los últimos
años los descubrimientos en cuestión de genética y
su aplicación al mundo del estudio criminal.

1.2.1. ESCUELA ANTROPOLÓGICA

A partir de los estudios de Lombroso y compañeros, se
multiplicaron en el mundo los estudios de Antropología Criminal, los
cuales principalmente tratan de: a) generales (familia, herencia,
raza, etc.), b) biografía, c) antropometría
(medidas de los delincuentes), d) fisonomía y e)
organoscopía.

Los estudios de Antropología Criminal se refieren a la
Antropometría, los avances en esta rama se le deben a
Alphonse Bertillón (1857-1914), el mismo dice que el
sistema antropométrico
consiste en la combinación de una serie de medidas (once en
un principio) corporales, que después se enriquecería
con la fotografía forense. Midiendo
la estatura, longitud de la cabeza, longitud del pie izquierdo,
longitud del dedo medio, la longitud máxima de los brazos,
etc., Bertillón logró identificar a miles de
delincuentes, que en otra forma hubieran evadido a la justicia (Bertillón,
1976; citado en Rodríguez, 2003:281).

Louis Vervaeck afirma que el medio no crea nada, sólo
desarrolla o restringe el brote de los caracteres
hereditarios.[1]

Ettienne De Greeff (1946) comenta que existe una personalidad
criminal, el " verdadero delincuente" en forma específica,
con características anatomofisiológicas propias, con
degeneraciones explicadas por multiplicidad de taras o defectos
(Pinatel, 1970; citado en Rodríguez, 2003:282).

Ernest A. Hooton (1939) descubre series de inferioridades
físicas en los delincuentes con relación a grupos de no
delincuentes; dicha inferioridad, para Hooton, es de origen
principalmente hereditario. Así mismo llega a la
conclusión de que los hombres altos y delgados tienden al
homicidio y al robo; los altos y
pesados al asesinato; los bajos y delgados al hurto con escalo;
los bajos y pesados a la violación y asalto.

Benigno Di Tullio reconoce al criminal constitucional de
orientación hipoevolutiva, el cual, por causas hereditarias,
congénitas o adquiridas, presenta un escaso desarrollo de las
características individuales que se pueden considerar de
más resiente adquisición y de mayor dignidad evolutiva (Di Tullio,
1966:178).

Di Tullio agrega otras tres formas de constitución
delincuencial:

a) La neuro-psicopática (epileptiforme, neurastiforme e
histeriforme)

b) Psicopática (deficitaria, paranoide, cicloide,
esquizoide e inestable)

c) Mixta

Un estudio antropológico realizado en México fue el de los
doctores Martínez Baca y Manuel Vergara, quienes inventaron
aparatos (cefalómetro vertical, metopogoniómetro) y
estudiaron, con gran esmero el fenómeno de los
delincuentes.

1.2.2. LA ENDOCRINOLOGÍA

Claudio Bernard en 1851 da nacimiento a la Fisiología, al descubrir
la función glucogenia del
hígado y demostrar que los azucares son vertidos al torrente
circulatorio por las venas subhepáticas. De aquí surge
la diferencia entre glándulas endógenas y
glándulas exógenas. En 1855 Thomas Addison (1793-1860)
descubre la función de las glándulas suprarrenales, y
Stanlingen (1905) llamará a las sustancias secretadas por
las glándulas endócrinas
" hormonas" . Gregorio
Marañon (1888-1960) va demostrar como las glándulas
influyen en el comportamiento humano, y
cómo existe una interrelación entre cuerpo y
espíritu (Bernard, Addison, Stalingen & Marañon;
citados en Rodríguez, 2003:283).[2]

 1.2.2.1. Las glándulas

Las glándulas endocrinas se dividen en: glándulas
endocrinas o de secreción interna, que secretan hormonas
directamente del torrente sanguíneo; y las glándulas
exocrinas o de secreción externa, que secretan sustancias
por medio de canales secretores (salivales, gástricas,
sudoríparas, lagrimales)

Los diferentes rasgos de personalidad dependen directamente
del funcionamiento glandular, y la personalidad cambia si las
glándulas endocrinas son hiper (+) o hipo (-) estimuladas, o
si su función es inconstante (dis). Las glándulas
endocrinas que influyen en la conducta criminal las presentamos a
continuación:

GLÁNDULAS ENDOCRINAS &
CONDUCTA CRIMINAL

GLÁNDULA

DESCRIPCIÓN

Hipófisis

Glándula pituitaria, situada en la base del
cerebro, es el centro de control glandular; a pesar de su
pequeño tamaño (pesa ½ gramo) secreta una 40
hormonas con las que dirige a las demás glándulas
endocrinas.

Suprarrenales

Dos glándulas situadas cada una sobre un
riñón. Su médula secreta adrenalina y
noradrenalina, dos hormonas que actúan sobre el
sistema nervioso
vegetativo; sobre todo cuando el organismo debe actuar con
rapidez en situaciones de emergencia. Son de gran
importancia ya que intervienen en todos los casos de crimen
emocional, al presentarse miedo, ira, odio, etc.

Tiroides

Situada en el cuello, delante de la tráquea,
secreta tiroxina. Es un acelerador biológico.

Paratiroides

Situada en la parte posterior de la tiroides, son 4
glándulas con funciones opuestas a la
tiroides. Secretan paratiroxina.

Testículos

Glándulas sexuales masculinas, llamadas
gónadas masculinas, tienen una doble función:
producen espermatozoides y secretan testosterona, que da
los caracteres sexuales secundarios.[3]

Ovarios

Gónadas femeninas, producen los óvulos.
Secretan foliculina y progesterona. Regulan el ciclo menstrual y
producen los caracteres sexuales secundarios.

1.2.2.2. Principales estudios
endocrino-criminológicos

Lyonz Hunt estudio un muestreo de mil criminales, y
encontró que de ellos el 40% tenían
endocrinopatías (patología de las endógenas),
principalmente hipertiroidismo en delincuentes pasionales, e
hipotiroidismo en vagos y malvivientes.

En Italia, Landogna-Cassone
estudió 500 delincuentes sicilianos, encontrando en los
asesinos cínicos y sanguinarios una hiperfunción de la
hipófisis; en los homicidas pasionales encontró (al
igual que Hunt) hipertiroidismo; en los ladrones (delitos contra
las personas, en su propiedad) hipofunción de
la hipófisis; y entre los delincuentes sexuales
(delincuentes contra la moral y las buenas costumbres)
disfunción gonádica. Vidoni y Brandino llegan a las
mismas conclusiones.

Kinberg encuentra que en los delincuentes jóvenes
más del 50% tienen alteraciones endocrinológicas.
Así mismo llegan a conclusiones muy similares: Pende en
Italia, Aschlapp y Smith en E.U.A., Mjoën y Branterberg en
Noruega, Kronfeld en Alemania, de que el
número de delincuentes con alteraciones
endocrinológicas es mucho mayor al número de sujetos
que tienen alteraciones endocrinológicas en el mundo.

Di Tullio nos dice que se encuentran alteraciones de
hipertiroidismo y de hipersuprarrenalismo en los delincuentes
constitucionales homicidas y sanguinarios; de distiroidismo en
los ocasionales impulsivos; de distiroidismo y dispituitarismo en
los ladrones; de disfunciones en las glándulas sexuales, en
los reos contra las buenas costumbres; de hipertiroidismo, en los
culpables de delitos de violencia; y de dispituitarismo, en los
ladrones, falsarios y estafadores. (Di Tullio, 1950; citado en
Rodríguez, 2003:285)

1.2.3. LA BIOTIPOLOGÍA

La Biotipología  denota la búsqueda de las
relaciones entre las características físicas de un
individuo y sus características psicológicas. Así,
los Fisonomistas primero, y los Frenólogos después,
serán los antecesores de la moderna Biotipología. Por
Biotipología se debe entender " La ciencia del Tipo Humano" ,
entendiéndose por " tipo" la categoría de hombres,
constituida por el dominio de un órgano o una
función.

Para Pende, Biotipo es " resultado morfológico,
fisiológico, psicológico, variable de individuo a
individuo, de las propiedades celulares y humorales del
organismo" (Pende citado en Rodríguez, 2003:288).

La Biotipología Criminológica es entonces la
aplicación de los conocimientos biotipológicos para la
distinción de diversos tipos entre los criminales.
Rodríguez M. (2003:288-297) señala que las principales
escuelas biotipológicas que aportaron a la Criminología son:

Principales Escuelas
Biotipológicas

Escuela

Francesa

Claudio Sigaud (1862-1921) clasifico a los hombres de
acuerdo a su exterior (planos y redondos), dando dos tipos
primarios: retraídos y dilatados.

Sigaud y su teoría de los
cuatro tipos:

Respiratorio. Tórax, cuello y
nariz largos, senos de la cara desarrollados, sensibles a
olores y aire viciado.

Digestivo. Maxilar inferior y boca
grande, ojos chicos y cuello corto, tórax ancho y
abdomen desarrollado; obesos.

Muscular. Desarrollo armónico
de esqueleto y de músculos así
como de los tres pisos faciales.

Cerebral. Figura frágil y
delicada, de frente grande y de extremidades cortas.

Estos cuatro sistemas están
relacionados con los cuatro medios principales:
atmosférico, alimenticio, físico y social.

Escuela

Alemana

Ernest Kretschmer (1888-1964) hace la siguiente
clasificación:

Tipo Leptosoma. De cuerpo largo,
delgado, cabeza pequeña, nariz puntiaguda, poca grasa,
cuello alargado. Su representación geométrica es
una línea vertical. La exageración del tipo se
denomina " asténico" .

Tipo Atlético. Gran desarrollo
del esqueleto, de la musculatura y de la epidermis,
tórax y cabeza grande (digamos que coincide con una
pirámide invertida).

Tipo Pícnico. Fuerte desarrollo de
las cavidades vicerales, abdomen prominente, tendencia a la
obesidad y aspecto
flácido, cabeza redonda, ancha y pesada, extremidades
cortas (su representación es circular).

Tipo Displático. Sujetos que
no entran en los grupos ya mencionados; carentes de
armonía, con características muy exageradas.
Kretschmer habla de tres subdivisiones básicas:
gigantismo, obesidad e infantilismo eunocoide.

Tipo Mixto. Provienen de combinaciones de
los otros tipos producidos por la herencia. Es difícil
encontrar los tipos puros, las características
físicas con las psicológicas no pueden ser
exactas.

Kretschmer realiza otra clasificación
basándose en aspectos biológicos y
reduciéndolo a aspectos psicológicos, estos
son:

Tipo Esquisotimico. Son de
constitución leptosomática; son sujetos
introvertidos, y pueden dividirse en: 1)
Hiperestésicos (nerviosos, irritables, idealistas), 2)
Intermedios (fríos, energéticos,
sistemáticos, serenos), y 3) Anestésicos
(apáticos, solitarios, indolentes, extravagantes.

Cuando el tipo Esquisotimico se agrava se tiene al
esquizoide, y al enfermar mentalmente se convierte en
esquizofrénico.

Tipo Ciclotímico. Son de
constitución pícnica, son sujetos extrovertidos,
y aunque cambian de un extremo a otro
(alegría-tristeza), pueden reconocerse
básicamente: 1) Hipomaníacos (en continuo
movimiento, alegría), 2) Sintónicos (relistas,
prácticos, humoristas), y 3) Flemáticos
(tranquilos, silenciosos, tristes)

Cuando el tipo ciclotímico se agrava tenemos al
cicloide, y de enfermar mentalmente se convierte en
ciclófrenico (maniaco-depresivo)

Tipo Viscoso. Son de constitución
atlética, tranquilos por lo general, con cierta
actitud pasiva, en unos
resentimiento, en otros amabilidad. En muchos aspectos
fluctúan entre el leptosoma y pícnico.

En cuanto a Biotipo y Criminalidad, Kretschmer llega a
la conclusión de que los pícnicos representan al
menor número dentro de la totalidad de la
criminalidad, siendo además lo de menor reincidencia y
mayor adaptabilidad. Son pasionales u ocasionales,
raramente habituales. Los leptosomáticos, siguen a los
atléticos en criminalidad, pero su participación
criminal es menor que la de los atle´ticos, son
difíciles al tratamiento y fáciles a la
reincidencia, abundando entre ellos ladrones y estafadores.
En cuanto los atléticos son el tipo con mayor
inclinación criminal, principalmente de esencia
violenta, son sujetos explosivos y en ocasiones
cínicos.

Escuela

Italiana

Jacinto Viola, indica que la constitución humana se
apoya en dos sistemas:

  1. El sistema de vida vegetativa (visceral)
  2. El sistema de vida de relación (nervioso y
    muscular).

De aquí deduce dos tipos:

Tipo brevilíneo. El desarrollo
del cuerpo es prevalentemente en sentido horizontal, el
tronco está mayormente desarrollado respecto a los
miembros. Son enérgicos, alegres y llenos de
vitalidad. Representan a la vida vegetativa.

Tipo longilíneo. Predomina la
altura, el tórax es alargado, el abdomen es plano y
los miembros son largos en comparación con el
desarrollo del tronco. Son abúlicos y depresivos,
inteligencia viva pero fácil de fatiga; tendencia a la
introversión y fantasía. Representan la vida de
relación.

Bárbara considera al tronco como expresión de
la vida vegetativa y a las extremidades como expresión
de la vida de relación; así hay dos tipos
extremos (branquitipo y longitipo), y uno intermedio,
resultando las siguientes subdivisiones:

Braquitipo. Excedente, antagónico y
deficiente.

Normotipo. Macrosómino y
microsómico.

Longitipo.  Excedente,
antagónico y deficiente

Nicola Pende toma en cuenta factores
endocrinológicos, y clasifica a los seres humanos
en:

Longilíneo esténico. Fuerte,
delgado, musculoso, es taquipsíquico (gran velocidad de
reacción) en él predominan tiroides y
suprarrenales en hiperfunción.

Longilíneo asténico. Débil,
delgado, con escaso desarrollo muscular,
bradipsíquicos (lentitud de reacción) son
hiposuprarrenálicos.

Brevilíneo esténico. Fuerte,
macizo, musculoso, chaparro, son bradipsíquicos y
glandularmente tienen hipersuprarrenalismo e
hipotiroidismo.

Brevilíneo  asténico.
Gordos, débiles, bradipsíquicos, son
hipopituitarios e hipotiroideos.

Escuela

Americana

William Sheldon parte su teoría del blastodermo
(célula de la cual
partimos todos) reconociendo tres dimensiones: Endodermo
(vescerotonía), Mesodermo (somatonía) y Ectodermo
(cerebrotonía).

Sheldon establece una serie de características
físicas o componentes estáticas que son:

Endomorfo. Vísceras digestivas
pesadas y desarrolladas, con estructuras
somáticas relativamente débiles. Bajo peso
específico, gordura.

Mesomorfo. Desarrollo de estructuras
somáticas (huesos, músculos y
tejido conjuntivo), alto peso específico, duro,
erecto, fuerte y resistente.

Ectomorfo. Frágil, lineal, chato de
tórax y delicado; extremidades largas y delgadas,
músculos pobres.

De aquí deduce tres temperamentos:

Viscerotómico. Es endomorfo,
comodito, lento, glotón, sociable, cortés,
amable, tolerante, satisfecho, dormilón, blando,
hogareño, extrovertido.

Somatotómico. Es mesomorfo, firme,
aventurero, enérgico, atlético, ambiciosos,
osado, valiente, agresivo, inestable, inescrupuloso,
estrepitoso.

Cerebrotónico. Es ectomorfo,
rígido, rápido, introvertido, aprensivo,
controlado, asocial, inhibido social, desordenado,
hipersensible, insomne, juvenil, solitario.

La importancia de los estudios de Sheldon es que, al
aplicarse la clasificación a grupos de delincuentes,
se encontró que la mayoría son mesomorfos.

Escuela

Mexicana

José Gómez Robleda y Alfonso Quiroz
Cuarón logran simplificar los complejos sistemas
anteriores, y con gran precisión descubren una
fórmula para determinar el " tipo sumario" , tomando
tan sólo en cuenta peso y estatura.

Sabiendo que la estatura se rige por las leyes de la herencia y
el peso se modifica por los cambios del medio, la estatura
es el mejor índice de la constitución y el peso
del temperamento.

La fórmula es P-E=D, en otra palabras, peso menos
estatura igual a desviación; si la desviación es
positiva (+) se tratará de un branquitipo, si es
negativa ( – ) nos encontramos con un longitipo, y si no
hay desviación (0) es un normotipo.

La gran ventaja del estudio mexicano es que está
diseñado para la población mexicana, evitando el
error común de utilizar estudios extranjeros que nos
llevan a conclusiones falsas.

1.2.4. LA GENÉTICA

A partir de los descubrimientos de Gregorio Mendel (1822-1884) nace la
genética, Dorsch (2002:349) nos dice que " es la encargada
de estudiar los mecanismos de transmisión, estructura y función de
los elementos hereditarios (normales o patológicos)" .

Los hallazgos de la genética llamaron la atención de los
criminólogos, los cuales buscaron las posibilidades de que
cierta disposición al crimen tuviera su origen
hereditario.[4]

De lo que se encargara la genética es aportar estudios de
los factores hereditarios y cómo influyen en la conducta
criminal. [5] Tres han sido los métodos primordiales que se
han utilizado para investigar la relación entre la herencia
y criminalidad: el análisis de la
genealogía del delincuente, la genealogía estadística y la investigación de
gemelos.

1.2.4.1.  LAS FAMILIAS CRIMINALES

Rodríguez M. (2000:74), señala que Gell, Lund,
Dugdale, Despine, Maxwell, Goring, etc. orientaron sus esfuerzos
al estudio de familias criminales, realizando una verdadera
genealogía criminal, encontrando relaciones notables, y
demostrando que existen familias célebres en las que la
mayoría de los miembros son criminales.
[6]

Un ejemplo clásico es la familia Juke, seguida durante
200 años por Dugdale, en el que se probó que el
fundador de está familia, un malviviente alcohólico,
tuvo 709 descendientes, de los cuales 77 eran delincuentes, 202
prostitutas y 142 vagos y malvivientes. Estabrook amplió las
investigaciones, hasta
localizar 3000 descendientes, de los cuales la mitad son
deficientes mentales, y un tercio vagos, mendigos, prostitutas y
delincuentes. Hurwitz hace ver cómo el número de
delincuentes va descendiendo con el tiempo.

Otros ejemplos son los de las familias Zero, Victoria, Marcus
y Kallikak, está última investigada por Goddard, que
encuentra dos clases, una buena y otra mala, ya que el fundador
tuvo dos mujeres, una normal y una deficiente mental, siendo una
familia normal y la otra antisocial.[7]

Aquí los sociólogos alegaron que esto era producido
por el aprendizaje derivado de la
convivencia, pues era evidente que los hijos de los criminales
siguieran el ejemplo de los padres.

1.2.5. LA ESTADÍSTICA FAMILIAR

Hurwitz menciona que Goring (1919) y Lund (1918) coincidieron
en sus estudios al encontrar que la proporción de los
delincuentes condenados a prisión (por delitos graves) es
mayor entre aquellos en los que ambos padres fueron delincuentes,
que entre aquellos en los que un solo padre fue condenado, y
estos últimos son más que aquellos sin padres con
antecedentes criminales. (Hurwitz, 1956; citado en
Rodríguez, 2003:301)

Rudolf Bernhardt (1930), realizó un estudio sobre
criminales dividiéndolos en dos grupos: a) Aquellos cuyos
padres no eran criminales, pero los abuelos y otros ascendientes
sí, b) Aquellos sin parientes criminales. El resultado es
que en el grupo " a" la proporción
de hermanos delincuentes es el doble que en el grupo " b" , a
pesar de que ambos ambientes fueron considerados no
criminógenos.[8]

Conrad declara que es notable el resultado en lo referente a
la epilepsia, pues cuando es hereditaria el número de hijos
criminales es de 13% (22% hombres y 3.7% mujeres) cuando es
traumática es sólo del 3.3% (Conrad citado en
Rodríguez, 2003:301).

En otras investigaciones se ha encontrado correlación
entre antecedentes de enfermedad mental y conducta antisocial y
parasocial.

1.2.6. LOS ESTUDIOS EN GEMELOS

Obviamente  existen dos tipos de gemelos:

a) Monozigóticos (MZ), que son producto de un solo óvulo
fecundado por un espermatozoide (idénticos).

b) Dizigóticos (DZ), proceden de dos óvulos
desprendidos al mismo tiempo y fecundados simultáneamente
por dos espermatozoides (diferentes).

La diferencia entre los gemelos monozigóticos con los
dizigóticos es que en los primeros tienen el mismo genotipo,
todas sus características hereditarias son idénticas,
por lo que las diferencias que presentan son productos del medio; en los
segundos por el contrario traen una variación, una
diferencia en herencia, y aunque puedan ser muy parecidos llegan
a tener diferencias tan notables como puede ser el sexo.

Se había observado que en gemelos hay una mayor
correlación en lo que al crimen se refiere, es decir, cuando
un gemelo delinquía había mayor probabilidad de que el otro
delinquiera también, esta probabilidad era menor entre
simples hermanos.[9]

En 1929 el médico alemán Johannis Lange publicó
un trabajo sobre gemelos en
Criminología. Lange investigo las historias de 30 criminales
varones de quienes se sabía que tenían gemelos del
mismo sexo. Se encontró que 13 de los 30 pares eran
idénticos o monozigóticos; en diez de estos pares se
descubrió que el otro gemelo también tenía una
trayectoria criminal. Por el contrario, entre los 17 pares de
gemelos binovulares, solamente había dos casos en los que
ambos gemelos tenían trayectorias criminales (Lange, 1929;
citado en Eysenck, 1983:58).[10]

Sin embargo, Christiansen se muestra muy prudente al analizar
tales resultados, y lo que se demuestra como influencia de la
herencia en la criminalidad; dice, en efecto, que " el método de los mellizos puede
dar alguna luz sobre el problema de la
interacción entre el
ambiente y la personalidad,
pero dichos estudios por si solos no pueden resolver el problema
de la herencia y el ambiente" , y luego agrega: " una mayor
frecuencia de concordancia entre pares monozigóticos que
entre pares dicigóticos sólo significa que factores
hereditarios similares y las condiciones ambientales tienen una
mayor probabilidad de semejanza en la conducta social"
(Christiansen, 1974; citado en Reyes, 1996:52).
[11]

Respecto a la influencia del factor hereditario en la
criminalidad puede enunciarse a manera de conclusiones (Reyes,
1996; citado en Ambrosio, 2000):

a) " La constitución constituye un factor determinante de
la personalidad del hombre.

b) La conducta humana refleja en gran
medida la personalidad de su autor.

c) El delito, en cuanto conducta humana, es en cierta medida
una proyección del biopsiquismo, y resulta, por lo mismo,
influido por factores dispoisicionales.

d) La herencia no determina por si sola la naturaleza del comportamiento
humano; es la interacción entre ella y el mundo circundante
la que crea el fenotipo y la que influye en el quehacer
lícito o antisocial del hombre" .

Marta Morales (2000) señala que el profesor Rushton había
demostrado que los genes influyen en el nivel de altruismo y de
agresividad de una persona: la capacidad de disfrutar de la
compañía de la gente o la tendencia a realizar actos de
violencia o de vandalismo. Rushton también demostró que
la hormona masculina denominada testosterona influye en la
regulación de los niveles de agresividad o de altruismo de
las personas. J. Philippe Rushton es así mismo autor de el
polémico libro " Race, Evolution and
Behaviour" (Raza, evolución y
comportamiento), en el que señala que las tres razas humanas
principales difieren genéticamente en aspectos que afectan
al cociente intelectual medio del grupo y a la propensión
hacia el comportamiento criminal (artículo completo en:
Morales, 2000).

1.2.7. ESTUDIOS DE ADOPCIÓN

Esta herramienta se encarga de estudiar criminales y no
criminales adoptados, y su relación con los padres
biológicos y adoptivos según sean estos criminales o
no. Rodríguez Manzanera (2003:306) señala que en los
estudios de Ludwing Kuttener (1938) demuestra que los hijos de
los criminales delinquen con mayor frecuencia que los hijastros
de los mismos.  Por otro lado Hutchings & Mednick hacen
su estudio de criminalidad (1975), arrojando los siguientes
resultados:

De 1145 varones adoptados entre 1927 y 1941, 185 (16.2%)
tenían antecedentes penales, y de estos se pudieron
localizar 143 padres biológicos. Se eligieron 143 casos
similares en que los sujetos fueran no-criminales como grupo de
control. Si ninguno de los dos padres (biológico y adoptivo)
es criminal, el 10.4% de los hijos es criminal; si el padre
adoptivo es criminal, pero el biológico no, la cifra sube
tan solo al 11.2%; cuando el padre biológico es criminal y
el adoptivo no, el porcentaje se eleva hasta el 21%. En los casos
en que ambos padres (biológico y adoptivo) son criminales,
el resultado es de 36.2%.[12]

1.2.8. LAS ABERRACIONES CROMOSÓMICAS

Los avances biológicos enfocados a la criminalidad llevan
al estudio de las aberraciones cromosómicas, es decir, las
malformaciones cariotípicas por exceso o por defecto. Desde
el descubrimiento del ADN. (ácido
desoxirribunucleico), llamada molécula de la vida, y de la
diferenciación entre cromosomas masculinos y
femeninos, la genética toma nuevos bríos , descubriendo
sujetos que tienen más o menos cromosomas que los
demás, con resultados físicos y mentales notables.

Cada célula contiene en su núcleo un número
fijo de cromosomas y cada uno de éstos está compuesto
de unidades hereditarias llamadas genes, y están
constituidas por moléculas de ADN, los genes que componen
cada cromosoma son miles de unidades las cuales pueden realizar
15 millones de combinaciones posibles, en los genes están
las piezas de rompecabezas que darán diseño a un nuevo ser, su
sexo, color de ojos, cabello, tipo de
sangre, factor RH, y predisposición o preprogramación
al delito.[13]

Entre los 46 cromosoma de cada célula humana dos
pertenecen al sexo y son llamados gonosomas (los otros 44 son
llamados autosomas). En el hombre un gonosoma es
masculino (Y) y otro femenino (X), en la mujer los dos son femeninos
(XX). El gonosoma masculino es dominante, es decir, X más Y
igual a hombre, X más X igual a mujer. Toda célula debe
tener, normalmente, dos cromosomas sexuales o gonosomas: XX para
mujer y XY para el hombre. No obstante, pueden existir
aberraciones cromosómicas, es decir cromosomas de más o
menos, en lo concerniente a gonosomas se tiene:

Por defecto:

XO – (Síndrome de Turner) (el YO no se ha encontrado y
parece ser letal)

Por exceso:

a) en la mujer: XXX, XXXX y XXXXX

b) en el hombre: Síndrome de Klinefelter: XXY, XXXY,
XXXXY, XXYY, XXXYY.

Además se encontraron: XYY, XYYY.

Síntomas:

Síndrome de Turner. Genitales
insuficientemente desarrollados, baja estatura, cuello corto y
escurrido hacia los hombros, implantación baja de las
orejas, tórax ancho, manos subdesarrolladas y pezones muy
separados, desarrollo retrasado o incompleto de la pubertad,
ausencia de menstruación, etc. Su prevalecía es de un
caso por cada 5000 mujeres (Nacional, 1993).

Síndrome de Klinefelter.

a) En XXY circunferencia torácica disminuida, caderas
anchas, atrofia testicular, escaso vello en el cuerpo, piernas
largas, los demás órganos sexuales normales. Su IQ
promedio es de 83.9. Son estériles.

b) XXXY, los síntomas anteriores se agravan,
principalmente en disminución de inteligencia, pues dan un
promedio de IQ de 53.2.

c) XXXXY, la inteligencia en estos sujetos alcanza un promedio
apenas de 36.2 de IQ.

d) El síndrome XYY no da muchas características
físicas especiales.

Price y Strong (1996) en un estudio con sujetos XYY llegaron a
la conclusión de que la única características
común es la de gran estatura (+ de 1.80), ya que
físicamente son aparentemente normales.

1.2.8.1. Aberraciones cromosómicas y
criminalidad

Por  aberración  cromosomática 
debe  entenderse  las  malformaciones 
cariotípicas  por  exceso  o  por 
defecto.[14] Rodríguez M. (2000:77) nos dice
que en  1950  Patricia  Jacobs 
descubre  las  aberraciones 
genosomáticas  en  la  mujer 
(XXX),  y  en  1961  se 
localiza  en  el  hombre  (XYY).

Cassey (1966) demostró que el 0.16% de las mujeres tienen
aberraciones gonosómicas (+ de una X), en tanto que en las
cárceles de máxima seguridad el número se eleva
a 0.4%. En el estudio realizado por Zavala, Azyadeh,
Núñez y Lisker (1976), pudieron confirmar estas
aberraciones en la cárcel de Mujeres de la Ciudad de
México, pues detectaron un 0.45%; una XXX sobre 221 internas
(Cassey, 1966; Zavala, Azyadeh, Núñez & Lisker,
1976; citados en Rodríguez, 2003:309). En sujetos con
síndrome de Klinefelter (XXY, XXXY, XXXXY), se ha encontrado
2.5% de delincuentes débiles mentales.

En las poblaciones penitenciarias se ha encontrado 2.4% de
delincuentes con factor XYY, mientras en la población no
delincuente la relación es de es de 2.3 por millar. Esto
significa que entre los delincuentes se encuentra mayor
número de XYY que entre la población normal. El
fenómeno puede comprenderse, ya que los sujetos con XYY
presentan características de peligrosidad como son:
precocidad criminal, YO mal estructurado, inadaptación
social, baja tolerancia a la frustración,
reincidencia, falta de sentido de responsabilidad, baja
capacidad de juicio autocritico y heterocritico, etc.

El Dr. Quentin de Bray ha revelado algunas otras
anomalías aparte de la XXY y de la XYY como aquella de un
solo cromosoma Y, pero de un tamaño insólito, el cual
puede estar asociado al fenómeno criminal (Rodríguez
M., 2003:310).

Rodríguez M. (1974:29), señala que los sujetos con
un cromosoma Y gigante desarrollan mayor estatura y son más
agresivos que aquellos que tienen el cromosoma Y de tamaño
normal.

Orellana (1978:147) deduce que los estudios realizados
referentes al caso hasta la actualidad permiten apuntar a las
siguientes conclusiones:

1. " Los sujetos portadores del cariotipo XXY representan en
la población general, aproximadamente el 0.5%.

2. En la población penal masculina, que lógicamente
es superior a la femenina, quienes presentan el cariotipo XXY
constituyen aproximadamente el 2%, pero en conservadora se puede
afirmar que el 97% de la población de reclusos no son
portadores de alteraciones cromosómicas.

3. La presencia del cariotipo XXY en un criminal pone de
manifiesto su peligrosidad, y quienes lo presenten, pero aun no
hayan delinquido, se puede establecer que hay una
predisposición a los actos delictivos, ya que esta
deficiencia los hace más sensibles a los estímulos
criminógenos mesológicos.

4. Debe señalarse que el porcentaje mínimo que se
presenta en la población en general y en particular de la
criminal, de sujetos con alteraciones cromosómicas, resulta
deficiente, que de ninguna manera se puede concordar con aquellos
que pretendieron encontrar argumentos para renovar la teoría
lombrosiana del delincuente nato, más aún, la
variación cromosómica no establece una fatalidad
delincuencial" .

1.2.9. ESTUDIOS ELECTROENCEFALOGRÁFICOS

Desde la creación del electroencefalograma (EEG),
instrumento utilizado para el registro gráfico de la
actividad eléctrica  del cerebro, se ha intentado
establecer alguna relación entre disfunción,
irregularidad o arritmia cerebral y criminalidad. Mednick
señala que los estudios de Shah y Roth (1974) encuentran que
las relaciones entre epilepsia y conducta desviada parecen
más fuertes cuando hay evidencia de daño cerebral
(Mednick, 1975; citado en Rodríguez M. 2003:312).

Monroe, en 1970 publica los resultados de sus experiencias con
EEG, que parecen ser prometedores; con delincuentes que presentan
persistentes y agravadas formas de conducta antisocial, lo que
demuestra su peligrosidad social, donde 52 sujetos de 92 se
presentaron voluntariamente al experimento, la edad promedio fue
de 29 años; 62% blancos, 38% negros; IQ en promedio de 88;
61% de ellos por crímenes violentos y 28.2% por
crímenes sexuales. La hipótesis de base en
Monroe es que un común mecanismo, detrás de los
desórdenes episódicos de conducta, es una respuesta
focal de tipo epiléptico predominante en el sistema
límbico, y que generalmente no se registra en el EEG, y que
esta respuesta guía conductas de carácter agresivo.
Para probar la hipótesis  se trabajó 8
meses aplicando test y EEG con un anticonvulsivo,
Primidone (Mysoline), siendo el primer resultado la evidencia de
disfunción neurológica en sujetos no considerados
anteriormente como neurológicamente afectados. 80 de 92
sujetos presentaron anormalidades, sólo pueden considerarse
normales el 13%. Otro resultado sorprendente es que sólo 5
sujetos presentaron anormalidades en el lóbulo temporal,
generalmente considerado como un centro de agresividad. El grupo
que presenta anomalías en el EEG es más agresivo,
antisocial, conflictivo en la institución, y presenta
más cicatrices y marcas de nacimiento que el grupo
normal (Monroe, 1970; citado en Rodríguez M.,
2003:312-313).

Por otro lado Hill (1952), señala que hay pruebas de que en los
individuos muy impulsivos y agresivos, las anormalidades del EEG
se hallan en los lóbulos temporales de los hemisferios
cerebrales (Hill, 1952; citado en Vargas & Aguilar,
2004).

1.2.10. NEUROFISIOLOGÍA

En un artículo realizado sobre las bases biológicas
de la violencia, Ponce de León (2005) describe que " para la
ciencia de los siglos XVIII y
XIX la vida psíquica queda  confinada en el Sistema
Nervioso, y en especial, en esa fina capa de células que es la corteza
cerebral. La frenología sitúa toda la vida emocional en
la arquitectura cerebral; no
obstante, las investigaciones sobre la localización de las
funciones cerebrales hechas por los neurocirujanos afirman que la
corteza cerebral es asiento de aptitudes generales y no
específicas, pues se pueden estimular y anular mediante
impulsos eléctricos todas las zonas de la corteza sin que el
sujeto experimente la menor emoción o cambio apreciable en su estado
de ánimo" .

La vida emocional tiene asiento anatómico en zonas
ocultas del cerebro. Así, Cannon la localiza en el
tálamo, pero pronto Papez debilita esa teoría
formulando la suya, describiendo en su Circuito de Papez la
implicación de estructuras límbicas (De los Andes,
2005).

Basset emitió la teoría de la diencefalosis
criminógena, en síntoma con los resultados de las
experiencias que imputan a la región basal
hipotalámica, en conexión con áreas prefrontales,
las acciones amorales o
criminales. Pero los resultados más concluyentes, hasta
mediados de los años setenta, proceden de las experiencias
de los neurofisiólogos. Bard estudio en gatos descerebrados
los núcleos hipotalámicos llamados núcleos rojos,
un singular aspecto emotivo que llamó Shamrage (falsa
rabia); que consiste en un estado de cólera difuso, ciego e
implacable. Mencionaba que al faltar control, la modulación cortical, el
estallido de la emoción cortical se hacia evidente.

1.2.10.1. NEUROTRANSMISORES

Se denominan así a las sustancias que ejercen alguna
acción en áreas
circunscritas o no del sistema nervioso, actuando sobre espacios
químicos singulares que se llaman receptores. Es
precisamente en el campo de los receptores donde más
intensamente se viene trabajando en la última década,
además de la investigación con técnicas no invasivas, como
son las derivadas de la topografía axial
computerizada (TAC), con emisión de positrones (PET) o con
emisión de fotones (TCEF).

Actúan como neurotransmisores sustancias endógenas y
también de síntesis, como son la
mayoría de los psicofármacos. La experiencia común
conoce de los efectos singulares de la administración de
sustancias ajenas al organismo o de la potenciación de
efectos sobre los estados de ánimo, como lo hacen el alcohol
o la mescalina (el hígado de algunos mamíferos puede
sintetizar esta sustancia).

Algunas sustancias neurotransmisoras, más conocidas como
mediadores de la conducta, son las llamadas catecolaminas,
descritas por Cannon en 1915 como las hormonas intervinientes en
el Síndrome General de Adaptación. Hoy se conocen
muchas sustancias de carácter hormonal y se acepta su
intervención en numerosos procesos de conducta.

Un muy alto porcentaje de trastornos psiquiátricos
están relacionados con aspectos genéticos. Fracciones
de hormonas o precursores de ellas han sido aisladas y hoy se
conocen muy bien sus acciones, un amplio abanico de funciones
cerebrales implicadas en conductas claramente emocionales.

Estos precursores son llamados neuropéptidos; están
relacionados, entre otras, con funciones como la nutritiva, los
estados de ánimo y algunos trastornos mentales. Tal es el
caso de la colecistocinina, que, descubierta en 1975,
estimuló el estudio de sus acciones en el cerebro en varios
niveles, interesándonos aquí su función como
antagonista de las llamadas opiopeptinas, más conocidas como
endorfinas, y su intervención en los mecanismos
desencadenantes de la ansiedad y modulador de la memoria. Está bien
demostrado que el bloqueo o la facilitación de la presencia
de colecistoquinina produce respuestas ansiolíticas
(tranquilizadores) o ansiógenas respectivamente.

Las endorfinas participan en las conductas autolesivas y son
antagonizadas por sustancias como la naltrexona, coadyuvantes en
los tratamientos de desintoxicación alcohólica u otras
drogas.  Una endorfina
singular, la dinorfina, induce desincronización
electroencefalográfica, descargas bioeléctricas y
conductas convulsivógenas.

El neuropéptido NPY fue descubierto en 1982, muy similar
al pancreático. Se halla en altas concentraciones en el
hipotálamo y sistema límbico y parece regular
respuestas de estrés, conducta sexual y
actividad psicomotriz entre otras.

La acetilcolina y sus agentes estimuladores, fisostigmina y
arecolina, reducen los estados de manía y aumentan la
letargia, mientras que los antagonistas de la acetilcolina
producen euforia, agitación psicomotora, alucinaciones e
ideación paranoide, con delirio en algunos casos.

1.2.10.2. Trastornos Bioquímicos

Richard Wurtman, ha encontrado que dietas de alto carbohidratos y bajas proteínas afectan los
niveles normales de la serotonina, neurotransmisor natural que
cuando está en niveles alterados o anormales tiene efectos
cerebrales asociados con tendencias suicidas, agresión y
violencia, alcoholismo y conducta
impulsiva. Las funciones normales de la serotonina son la
regulación de la excitación, los estados de ánimo,
la actividad sexual, la agresión y el control de los
impulsos. Algunos estudios asocian niveles bajos de serotonina
con la conducta violenta-aberrante. Jeffrey Halperin comparó
varones agresivos con no agresivos, ambos con diagnósticos
de ADD (déficit de atención) combinado con
diagnósticos de hiperactividad. Se les administró la
droga fenfluramina, que
provoca respuestas en el sistema serotonergénico. Los
resultados mostraron cambios positivos en los niños agresivos al
bajarle los niveles de serotonina. Matti Virkkunen cree haber
identificado variaciones genéticas específicas que
predisponen algunos individuos hacia la conducta suicida. Tomando
casos de jóvenes ofensores violentos, descubrió que una
variante del gene THP (tryptophan hydroxylase) cuyos códigos
producen una enzima necesaria para la biosíntesis de la
serotonina, estaba asociada fuertemente con los intentos suicidas
irrespectivo a si los jóvenes eran, o no, impulsivos
(Wurtman, Halperin & Virkkunen; citados en Vázquez,
2004).

Un segundo estudio demostró que bajos niveles del
metabolito 5-HIAA (localizado en el líquido cerebro espinal)
están asociados con pobre control de la conducta impulsiva
(sobre todo en alcohólicos). Por último, estudios en
monos consistentemente demuestran altos niveles de agresividad
cuando los niveles de serotonina son bajos.

1.2.11. ALTERACIONES FUNCIONALES CEREBRALES

Ponce de León (2005) señala que la mayoría de
los autores parecen estar de acuerdo en que el lóbulo
frontal tiene que ver con la toma de decisiones.

El cuerpo calloso, gran puente de unión
interhemisférica, debe estar intacto o de lo contrario hay
lo que se llama predominancia hemisférica, que consiste en
una respuesta por lo general exagerada, falta de modulación.
Los resultados de muchas experiencias avalan esta
afirmación. Una actividad reducida en las fibras del cuerpo
calloso permite que el hemisferio derecho, implicado en la
génesis de las emociones negativas, actúe
sin el control del hemisferio izquierdo, que tiende a inhibir el
exceso de negatividad.

En los años 90 los estudios de neuroimagen habían
puesto de manifiesto que los comportamientos violentos estaban
relacionados con el mal funcionamiento de porciones de los
lóbulos frontal y temporal (Damasio 1994 y Grisolía
1997). En las zonas subcorticales se había demostrado que la
amígdala y el hipocampo y zonas hipotalámicas
podrían estar implicadas en los mecanismos
neurobiológicos de la agresión.

Parece que los agresores sexuales presentan más
alteraciones en los lóbulos temporales, mientras que las
deficiencias metabólicas de glucosa en el lóbulo
central parecen estar relacionadas con actos impulsivos de corte
agresivo. El flujo frontal se ve reducido en alcohólicos con
trastornos de personalidad de carácter agresivo. Parece
suficientemente demostrado que el funcionamiento de áreas
cerebrales identificadas está relacionado con las conductas
violentas en exceso; sin embargo no queda definitivamente
aclarado el por qué de las diferencias entre el criminal
frío y el pasional.

Los estudios realizados hasta el momento indican un bajo nivel
de actividad prefrontal en los asesinos afectivos, mientras que
los planificadores presentan nula o poca variación de
actividad con las personas no asesinas. Sin embargo, ambos grupos
de asesinos, depredadores y afectivos, presentan muy altas tasas
de actividad en las zonas subcorticales, de la amígdala, el
hipocampo y el subtálamo, que, en definitiva, son
estructuras más primitivas que la corteza, productoras de
impulsos libres de modulación, e implicadas en el aprendizaje, la memoria y la atención.

Se ha visto que las lesiones en áreas prefrontales se
traducen en comportamientos arriesgados, irresponsables,
transgresores de las normas, con predisposición
clara a los actos violentos.

La personalidad de los afectados en el frontal se ve afectada
en el plano de la madurez, hay falta de tacto en la evaluación de las
conveniencias sociales y predisposición a la respuesta
desproporcionada. Hay una pérdida de la flexibilidad
intelectual y de la capacidad de razonar a partir de la
elaboración de la información verbal.

Hay una especie singular de individuos violentos, el
psicópata, que ejerce de manera instrumental, depredadora y
a sangre fría. Estos sujetos parecen no codificar
adecuadamente los mensajes emocionales emitidos a través de
lenguaje. El enfado, la rabia,
la ira, son estados del ánimo desencadenados por la percepción sensoperceptiva.
Algo que nos viene de fuera es analizado como potencialmente
lesivo y tendemos a neutralizarlo, rechazarlo o destruirlo. El
psicópata no se para a elaborar los contenidos neutros o
significativamente emocionales del lenguaje; responde disparando
siempre.

El Profesor Grisolía explicaba en Valencia hace apenas
unos meses que una persona es más peligrosa con una pistola
en la mano. Asimismo, un niño criado en Palestina tiene
más probabilidades de incorporarse a un grupo terrorista que
otro criado en cualquier otra parte del mundo, pero si éste
ha sufrido maltrato o la acción de factores nocivos durante
el embarazo o en el ambiente
perinatal que hayan desarrollado trastornos neurológicos,
puede llegar a ser más violento que el palestino, pero
aún así lo será de forma distinta.

1.2.11.1. Efecto de golpes-traumas y alteraciones
del lóbulo frontal

Alan Rosembaum realizó un estudio en los que descubre que
los traumas cerebrales anteceden cambios de conducta
predisponiendo hacia un incremento en violencia. Muchas de estas
lesiones fueron adquiridas en la infancia tanto bajo juegos como en accidentes o producto de
maltrato infantil. Su estudio
fue realizado con 53 hombres que golpeaban a sus esposas, 45
hombres no-violentos y felizmente casados, y 32 hombres
no-violentos pero infelizmente casados. 50% de los agresores
habían sufrido algún tipo de lesión en la cabeza,
previo a sus patrones de violencia doméstica. De otra parte,
Antonio Damasio sugiere que daños al lóbulo frontal a
nivel de la corteza cerebral puede evitar que la persona pueda
formarse evaluaciones de valor positivo o negativo al crear
imágenes y
representaciones sobre los resultados, repercusiones y
consecuencias futuras de acciones al presente creando las bases
de ciertas conductas sociopáticas. Estudios de Antoine
Bechara confirman la correlación entre lesiones de la
corteza en el lóbulo frontal y conductas peligrosas tales
como "hacer daño solo por divertirse" (Rosembaum, Damasio
& Bechara; citados en Vázquez, 2004).

Estudios con PET (tomografía de emisiones
positrónicas; mide el insumo de glucosa al cerebro)
realizados por Adrian Raine demuestran que niveles bajo de
glucosa a la corteza pre-frontal son frecuentes en los asesinos
(sus estudios son preliminares; la muestra fue de 22 asesinos
confesos con 22 no-asesinos de control) Bajos niveles de glucosa
están asociados con perdida de auto-control, impulsividad,
falta de tacto, incapacidad de modificar o inhibir conducta,
pobre juicio social. Los autores de este estudio plantean que
esta condición orgánica debe interactuar con
condiciones negativas del ambiente para que la persona entonces
cree un estilo de vida y personalidad
delincuente y violenta de forma más o menos permanente.

1.2.12. EFECTOS NUTRICIONALES

Vázquez (2004) señala que Katherine y Kenneth Rowe
estudiaron grupos de niños diagnosticados con
hiperactividad. Los padres les daban alimentos con colorantes como
parte de sus dietas regulares. El estudio consistió en una
dieta con el colorante Amarillo No. 5 y placebos para el grupo
control. El reporte de los padres y observadores fue que se
manifestó un incremento en conductas de llanto frecuente,
rabietas, irritabilidad, inquietud, dificultad de conciliar el
sueño, pérdida de control, y expresiones de
infelicidad. Muchas de estas conductas son precisamente las que
les crean problemas de ajuste escolar
limitando su aprendizaje e integración a las reglas del
salón de clases.

1.2.13. ALTERACIONES POR HIPERACTIVIDAD
ORGÁNICA

Rachel Gittelman sostiene que varones hiperactivos muestran
una tendencia alta de riesgo a entrar en conducta antisocial en
la adolescencia. Esta tendencia
es cuatro veces mayor a la de jóvenes que no son
hiperactivos, y parecen tener historiales de más incidentes
de arrestos, robos en la escuela, expulsión, felonías,
etc. 25% de los participantes en el estudio habían sido
institucionalizados por conducta antisocial.

1.2.14. DAÑO CEREBRAL.

Estudios demuestran que daños cerebrales son la regla
entre asesinos y no la excepción. Pamela Blake estudió
31 asesinos con ayuda de la tecnología médica de los EEG's,
MIR's y CT SCANS y con pruebas psiconeurológicas. Estos
habían sido acusados de ser miembros de gangas, o
violadores, rateros, asesinos seriales, asesinos en masa, y dos
habían asesinado hijos. En 20 de estos casos se pudo
establecer diagnósticos neurológicos claros. 5 casos
demostraron efectos de síndrome fetal alcohólico, 9
casos mostraron retardo mental, 1 caso tenía perlesía
cerebral, 1 caso tenía hipotiroidismo, un caso tenía
psicósis leve, un caso tenía nicroadenoma en la
pituitaria con acromegalia y retardo mental fronterizo, otro
tenía hidrocefálea, tres mostraron epilepsia, tres
lesiones cerebrales, y dos, demencia inducida por alcohol.
Algunos mostraron combinaciones. 64.5% mostraron anormalidades en
el lóbulo frontal y 29% parecían tener defectos en
lóbulo temporal. 19 sujetos mostraron atrofia o cambios en
la material blanca del cerebro. El 83.8% de los sujetos mostraron
abuso en sus infancias, y 32.3% habían sido abusados
sexualmente (Blake citada en Vázquez, 2004).

1.2.15. INTOXICACIONES Y
CONTAMINACIÓN AMBIENTAL

Vázquez (2004) nos dice que es un estudio de reciente
interés sobre el efecto
de diversas fuentes de toxicidad sobre la
humanidad. Un estudio formal sobre el efecto del plomo indica que
produce alteraciones en la conducta hacia la violencia y la
conducta antisocial. En este estudio, Herbert Needleman analizo
212 varones de escuela pública en
Pittsburgh, entre las edades de 7-11, fueron evaluados en cuanto
a la concentración de plomo en sus huesos mediante pruebas
de rayos X's fluorescentes. El plomo
es acumulado a través de los años por diversas fuentes
que incluyen la exposición a pinturas, y se
observó que con el pasar de los años, según
aumentaba la cantidad acumulada de plomo aumentaban los reportes
de agresividad, delincuencia, quejas
somáticas, depresión, ansiedad,
problemas sociales, deficit de
atención entre otras. Aunque los autores creen que hay
factores del ambiente social que contribuyen a estas conductas,
enfatizan en la importancia de prevenir la toxicidad cerebral por
plomo.

1.2.16. CONDICIONES Y TRASTORNOS MENTALES

Diversos estudios confirman que la presencia de trastornos de
salud mental incrementa la
conducta violenta y antisocial. Estudios en Dinamarca
identificaron en 324,401 personas que aquellos que tenían
historial de hospitalizaciones psiquiátricas tenían
más probabilidad de ser convictos por ofensas criminales
(tanto en hombres como en mujeres) en una proporción de 3-11
veces más que aquellos que no tenían historial
psiquiátrico. La esquizofrenia,
específicamente, aumenta la probabilidad en 8% en hombres y
en 6.5 en mujeres. El desorden de personalidad antisocial aumenta
la probabilidad en 10% en hombres y 50 en mujeres de conducta
homicida. Estudios en EU demuestran que el 80% de los convictos
cumpliendo cárcel tienen historial psiquiátrico, con
historial de abuso de sustancias y conducta antisocial
dependiente.

1.2.17. CONDICIONES CONGéNITAS

Los factores congénitos, actúan antes de la
concepción, en el momento de la concepción, o durante
el embarazo. La heredosífilis puede producir una
amplia gama de anomalías, de la oligofrenia profunda a la
inestabilidad mental, de la epilepsia a la deformación del
carácter. La tuberculosis es otra enfermedad de los
padres que repercute hereditariamente en los hijos, ya que
produce en los descendientes diversas anomalías nerviosas
(emotividad, impulsividad). El heredoalcoholismo es
totalmente anormal, generalmente es inestable, con fuerte
tendencia a la perversión de los instintos, de
constitución enfermiza, escasa inteligencia y falta de
voluntad.[15]

Estudios realizados por Ann Streissguth encuentran que el 6.2%
de los adolescentes y adultos que
muestran niveles significativos de conducta maladaptativa
nacieron bajo condiciones de Síndrome Fetal Alcohólico.
Esta conducta evidenciada incluye impulsividad, falta de
consideración con los demás, mentir, engañar,
robar, y adicción al alcohol o drogas. También
mostraron dificultad de vivir independientes a los padres, pobre
juicio social y dificultades en conducta sexual, soledad y
depresión. No obstante, aunque siempre se ha pensado que el
alcoholismo de la madre es lo que más afecta, también
se han comenzado estudios sobre el papel del alcoholismo en el
padre. Estudios realizados por Theodore Cicero encuentran que los
hijos de hombres alcohólicos tienden a mostrar problemas de
conducta y problemas en las destrezas intelectuales. Cicero sugiere
que esto está directamente relacionado con el efecto del
alcohol sobre los espermatozoides o las gónadas. Cicero dice
que los hijos varones de padres alcohólicos tienden a dar
pobres ejecuciones en los "tests" de aprendizaje y destrezas
espaciales. También demuestran tener niveles más bajos
de testosterona y beta-endorfinas. Las hijas (hembras) muestran
niveles hormonales alterados en hormonas relacionadas a
tensión reaccionando de forma distinta a situaciones de
estrés a las féminas que no tienen el factor de padres
alcohólicos (Streissguth & Cicero; citados en
Vázquez, 2004).

En un estudio sobre los efectos de la marihuana,
investigadores analizaron el llanto de los infantes y concluyeron
que el exceso en el consumo por parte de la madre
afecta el sistema nervioso del infante (Lester & Dreher,
1989; citados en Papalia & Wendkos, 1999:108).

Fumar  nicotina durante el embarazo tiene algunos
de los mismos efectos sobre los niños en edad escolar que consumir
alcohol: periodos cortos de atención, hiperactividad,
problemas de aprendizaje, problemas de percepción,
motricidad y lingüisticos, deficiente adaptación
social, bajos puntajes de CI, ubicación en grados escolares
inferiores y disfunción cerebral mínima (D. Olds,
Henderson & Tatelbaum, 1994; Landesman-Dwyer & Emanuel,
1979; Naeye & Peters, 1984; Streissguth & et al., 1984;
Wright y et al., 1983; Papalia & Wendkos, 1999:109).

Aquellos cuyas madres fumaron por lo menos un paquete diario
después del embarazo tuvieron el doble de posibilidades de
ser ansiosos, desobedientes, hiperactivos o de presentar otros
problemas de comportamiento que no se registraron entre los hijos
de madres no fumadoras. El efecto fue más pronunciado en
niños cuyas madres fumaban más de un paquete diario
(Weitzman, Gortmaker & Sobol, 1992). Es posible que fumar
durante el embarazo pueda alterar la estructura o el
funcionamiento cerebral de un niño, con los consiguientes
efectos a largo plazo sobre el comportamiento.

Las mujeres adictas a los opiáceos como la
morfina, la heroína y la codeína tienen mayor
posibilidad de dar a luz bebés prematuros, quienes
también serán adictos a las mismas drogas y
sufrirán los efectos de la adicción por lo menos hasta
la edad de seis años. Los recién nacidos adictos
permanecen intranquilos, son irritables, y con frecuencia padecen
de temblores, convulsiones, fiebre, vómitos y dificultades
respiratorias (Papalia & Wendkos, 1999:110).

El consumo de cocaína en una mujer embarazada se
asocia con un riesgo más alto de aborto espontáneo, parto prematuro, bajo peso al
nacer, menor circunferencia craneana y problemas
neurológicos. Estos bebés no están alerta como
otros, ni responden bien a nivel cognoscitivo ni emocional
(Alessandri, Sullivan, Imaizumi & Lewis, 1993; Chasnoff &
et al., Chasnoff, Griffith, Freier & Murria, 1992; L. Eisen
& et al.; Zuckerman & et al., 1989; 1989; Hadeed &
Siegel, 1989; Chávez & et al., 1989; citados en Papalia
& Wendkos, 1999:110). Más adelante pueden verse
afectadas las destrezas de organización y de lenguaje,
y el vínculo de seguridad emocional (Azuma & Chasnoff,
1993; Hawlwy & Disney, 1992; citados en Papalia &
Wendkos, 1999:110). El consumo de cocaína parece interferir
con el flujo sanguíneo a través de la placenta, y puede
actuar sobre los químicos del cerebro del feto hasta llegar a producir
cambios en el comportamiento.

El impacto de la cocaína es de largo alcance, representa
la interconexión del desarrollo y sus influencias
birideccionales. Las razones psicológicas de la madre para
consumir cocaína la afectan a nivel físico,
cognoscitivo y emocional, y afectan también las mismas
áreas del bebé (Papalia & Wendkos, 1999:110).

1.3. LA
ORIENTACIÓN SOCIOLÓGICA

Esta  área del conocimiento de la Criminología
intenta estudiar y descubrir el fenómeno criminal desde el
punto de vista social; esta corriente sostiene que los factores
criminógenos son los externos y no los
internos.[16]

1.3.1. ESCUELAS CARTOGRÁFICAS O
ESTADÍSTICAS

 El fundador de esta escuela es Adolphe Quetelet
(1976-1874), y uno de sus principales exponentes es Guerra. Quetelet y Guerra
divisan una dirección definida con
sus investigaciones: el crimen es producto de la sociedad, y deben estudiarse y
aplicarse la existencia y la distribución de los delitos
(manejando estadísticas judiciales)
en la sociedad, siendo los factores externos los prevalentemente
importantes.

1.3.1.1. ADOLPHE QUETELET

Quetelet en el estudio del fenómeno criminal como
fenómeno colectivo, desprende tres conclusiones:

a) El delito es un fenómeno social, producido por hechos
sociales que son detectables y determinables
estadísticamente, así, " la sociedad lleva en sí,
en cierto sentido, el germen de todos los delitos que
vendrán cometidos, junto a los elementos que facilitaran su
desarrollo" .

b) Los delitos se cometen año con año, con absoluta
precisión y regularidad. Los totales se repiten anualmente,
no sólo en un número de delitos, sino en el tipo de los
mismos. La importancia de esto es que el balance de delito se
puede calcular con anticipación.

c) Hay una serie de factores que intervienen en la
comisión de determinados delitos, como son: el pauperismo,
la situación geográfica, el analfabetismo, el clima, etc. Pero no puede
aceptarse una sola causa, ya que se demuestra que varias ideas
comúnmente aceptadas no son aceptables, por ejemplo, se
encontró que algunos barrios de gran pobreza no eran los más
criminógenos.

Quetelet y sus leyes térmicas. Estas leyes son tres
principalmente:

1ª. En el invierno se cometen mayor número de
delitos en contra de la propiedad que en verano. Navidad, maratón
Guadalupe-Reyes, en los cuales hay abundancia de dinero, por cuestión
publicitaria, hay una verdadera euforia por gastar, de regalar
cosas, comprar, comer, embriagarse, divertirse, salir de
vacaciones, etc., esto hace que el mayor número de delitos
contra la propiedad se cometan en diciembre.

2ª. Los delitos contra las personas se cometen
principalmente en verano, ya que por la temperatura, por el calor, las pasiones humanas se
ven exaltadas. La misma temperatura hace al sujeto irritable,
lógicamente se consumen más bebidas, en verano las
personas buscan salir del horno que es su casa, tratan de buscar
un poco de aire, por lo tanto hay más contacto, más
relación social, y como consecuencia enojos, riñas,
etc.

3ª. Los delitos sexuales se presentan
con mayor frecuencia en la primavera. Quetelet dice que es la
brama de todos los animales, la libido sexual se enciende, todos
salen en primavera a unirse para poder preservar la especie, y
por lo tanto, el hombre no es ninguna excepción.

Intervienen también en este tipo de delitos factores
psicológicos y sociales. Quetelet parte de la regla de que
todo lo que vive, crece o decrece, oscila entre un mínimo y
un máximo.

Quetelet demuestra y descubre estadísticamente, cómo
la criminalidad femenina es muy inferior a la masculina, en
proporción de 5 a 1. (En México es de 15 a 1 en
sentenciados). Igualmente comprobó que el mayor número
de delitos los comete el hombre entre los 14 y los 25 años,
mientras que en la mujer la estadística es entre los 16
años y los 27 años.

En México no se han hecho estudios sobre el tema, sin
embargo, según estadísticas de la Procuraduría
capitalina, durante el 2002, el 2003 y el 2004 las lesiones
dolosas aumentaron en los meses de más calor. En los mismos
periodos se registraron los promedios diarios con mayor
número de violaciones. En mayo del 2003 fue de más de
51 (Mendoza, 2000).

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